martes, 27 de noviembre de 2012

La Casa Amarela

Después de un mes viviendo en tierras tropicales creo que ya va siendo hora de presentar oficialmente mi casa en Brasil, la fantástica Casa Amarela!

En un principio sólo iba a quedarme en esta casa un par de semanas mientras me buscaba una habitación por mi cuenta en otro lugar, pero desde el primer día me se sentí tan agusto... así que como uno de los inquilinos (Aitor) dejaba la casa esa misma semana, al final decidí quedarme.
Vivimos cuatro personas, pero la casa sólo tiene dos habitaciones, así que nos toca compartirlas, pero eso no ha supuesto ningún problema en todo este tiempo que llevamos viviendo juntos. El buen rollo se respira en el hambiente, somos una pequeña familia y nos encanta hacer cosas juntos.



Esto es el porche o lo que sea, es la parte de fuera de la casa que está cubierta y donde pasamos más tiempo. La Casa Amarela es un pequeño horno y por el día no se puede estar dentro, así que nos sentamos en los sofás a ver pelis, comer, hablar y a escuchar música clásica mientras llueve. 
A parte del calor, el otro gran problema de esta casa son los bichos. Tenemos mosquitos todo el día y, como siempre lo tenemos todo abierto, a veces se cuela alguna cucaracha, una escolopendra de un palmo de largo, arañas, hormigas... y un gato blanco y negro que duerme en nuestros sofás. La asa no tenía nada, así que a excepción de la nevera. las camas y la nevera, todo lo demás ha sido recogido de la basura.

Otra paranoia de nuestra casa es la ducha, aquí son diferentes, no tienen manguera y solo puedes elegir entre tres tipos de agua: Invierno, Verano y Apagado. En el modo Invierno el agua te abrasa, en el modo Verano se supone que está tibia pero en realidad te abrasas igual que en Invierno, y en Apagado el agua está a temperatura ambiente, lo que significa que dependiendo del día también te puedes acabar abrasando. Además, cuando le das al agua el grifo de la ducha te da calambrazos cuando lo tocas, así que siempre me toca pillar una toalla para poder apagar el agua sin electrocutarme.


En la parte de arriba está la pestañita para poner el agua en uno de los tres modos.
Pero esto no acaba aquí, porque justo al lado tenemos esta otra manguera-ducha que sirve para limpiarse el culo con agua fría, al estilo japonés pero sin tanta tecnología.

El show empieza cuando te estas duchando con el agua hirviendo de la ducha y para no quemarte te vas remojando también con la manguera del water... De todas formas, tengo que admitir que estas miniduchas son geniales y me encantaría tener una en Alcoi.

Como ya he dicho antes, en Casa Amarela somos cuatro estudiantes, un chico y tres pedazo de mujeres:
Katia, que  también es valenciana, era la única persona que conocía en Goiânia y fue por ella que acabé en esta casa. Ella estudia periodismo en mi facultad, es una persona de espíritu crítico y con gran interés en la política, me encanta su risa porque es la risa más sincera que he escuchado nunca y es genial tener a alguien con quien hablar catalán cuando vas ciega y no te apetece pensar para hablar.

Arthur es francés, estudia agronomía y sus dos palabras favoritas son "agricultura familiar". Me cuentan que se ha vuelto medio hippie desde que llegó a Brasil, yo lo conocí tal y como es ahora y me encanta. Le gusta filosofear y debatir las cosas sin alzar la voz ni enfadarse jamás, también es un amante del té como yo y nos pasamos los días preparándonos te el uno al otro. Es un motivado para hacer cosas y la verdad es que hemos tenido momentazos geniales los dos juntos. Él es el responsable de que estemos haciendo compost en el jardín y de que se nos infeste la casa de bichos.

Por último está Carol, la alegría de la casa. Ella también es francesa y de Lyon como Arthur, y también estudia agronomía. Siempre tiene una sonrisa en la cara y le encanta comer, sobretodo chocolate. Quedó enamorada de los pueblos indígenas de Brasil, y ahora mismo está en un dilema personal porque   está pensando en volver a Brasil el año que viene para realizar un proyecto de desarrollo agrícola con los indígenas. Nos pasamos los días intercambiándonos las chanclas y cantando canciones juntas. Ella y  Katia comparten habitación y Arthur y yo la otra.

Arthur, Carol y yo en el parque cerca de nuestra casa.
La fotografía es un asco, pero casi no tenemos fotos juntos.
Entre nosotros siempre hablamos portugués, aunque todos hablamos inglés y los franceses entienden el español, sólo el portugués es válido a excepción de los momentos especiales de vaguncia máxima.
La pena de todo esto es que en enero Carol y Arthur volverán a Francia, así que tendremos que dejar la Casa Amarela, y luego en marzo Katia también se va, lo que significa que me quedaré "sola" (no voy a estar sola porque ya tengo amigos, vale? jajaja).
La idea es buscarme una habitación en febrero con otros estudiantes brasileiros (esa era mi idea desde el principio), preguntando a amigos y con más conocimiento sobre el tema para así acabar en otra casa con tan buen rollo como en esta.
Katia y yo cargando el colchón para ver la puesta de sol en el parque

El problema es que los brasileiros no viajan, así que me va a tocar buscarme otros compañeros de aventuras o hacerme el ánimo de ir solita (lo cual tampoco me desagrada). De momento aún tenemos  un par de meses y unos cuántos viajes planeados increíbles, así que estoy segura de que lo que nos espera van a ser días de pura GLORIA.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Japoneses en Brasil

El otro día hablando con un amigo me enteré de una cosa super curiosa,  resulta que Brasil tiene la mayor población japonesa fuera de Japón, alrededor de 1,5 millones de nipones concentrados mayormente en Sao Paulo en el barrio de Liberdade y otras zonas rurales como Paraná.

Barrio de Liberdade, Sao Paulo.

Este movimiento migratorio comenzó a inicios del siglo XX con un convenio entre Japón, que tenía problemas de sobrepoblación y paro, y Brasil que necesitaba mano de obra para sus plantaciones de café. La mayoría de japoneses que llegaron a Brasil eran campesinos pobres que esperaban enriquecerse rápido y volver a su país natal, pero esas expectativas eran más bien una fantasía y, eso sumado al choque cultural, provocó que muchos inmigrantes japoneses intentaran huir de las haciendas para volver a su país.

Con la Segunda Guerra Mundial, Brasil que era aliado de Estados Unidos declaró la guerra a Japón, y la inmigración nipona se prohibió. Muchos japoneses que ya vivían en Brasil fueron perseguidos por el gobierno y a algunos se les obligó a mudarse al interior para evitar un posible ataque japonés en la costa con la ayuda de los inmigrantes. Y el "presidente" Getúlio Vargas (ya hablaré otro día de este personaje) prohibió hablar japonés o cualquier manifestación cultural japonesa dentro de Brasil.
Muchos japoneses se rebelaron contra esto y se movilizaron para sabotear las plantaciones de seda y menta (muy necesarias para los paracaídas y armamento), y surgió el movimiento Shindo Renmei. Este movimiento no aceptaba la derrota de Japón, afirmaba que se trataba de una manipulación de Estados Unidos para debilitarlo y persiguieron a todos aquellos japoneses que si creyeran en la derrota de Japón (los llamados Corazones Sucios). Mataron a 23 personas, pero el gobierno brasileño finalmente logró desmantelar esta organización.


Trailer del film Corazones Sucios, trata el tema del Shindo Renmei y la inmigración japonesa.

A partir de los años 70 empezaron a proliferar los matrimonios mixtos entre brasileños y japoneses y los hijos de estos ya no se sienten japoneses y no desean volver a la patria de sus abuelos, solo el 10% habla japonés y en la actualidad viven en grandes colonias en barrios de ciudades como Sao Paulo.
Algunos de ellos son auténticas celebridades mediáticas, y la cultura brasileña ha sabido integrar y reflejar esta influéncia de la sociedad japonesa.

Daniele Suzuki, modelo, actriz de culebrón y presentadora brasileña.


Geovanna Tominaga, actriz y presentadora brasileña.
Por otro lado, muchos brasileños de descendéncia japonesa están emigrando a Japón, y en la actualidad Japón posee la tercera mayor población de brasileños del mundo.
Creo que es increible que dos países tan lejanos y diferentes como Brasil y Japón compartan un pasado como este en común, tengo muchas ganas de visitar estos barrios para hacer fotos y ver que aires se respiran. Mi amigo Adam me comentó que los japoneses que viven en Brasil suelen ser bastante cerrados, cosa que no me extraña teniendo en cuenta todo por lo que han pasado... pero no me lo creeré del todo hasta que no lo vea por mi misma. Habrá que ir a explorar!!



lunes, 5 de noviembre de 2012

España vs Brasil, una historia de amor y prejuicios.

Una de las conversaciones que he tenido más a menudo es sobre la imagen que tenemos los españoles de los brasileños, de si nos caemos bien mutuamente, los mitos y leyendas...
Cuando un brasileño se entera de que en España se les considera un icono sexual, se les dibuja una sonrisa difícil de borrar y se ríen mientras algunos dicen "Las europeas prefieren los chicos latinos!".  Pero como todo, en los mitos hay parte de verdad y parte de mentira... no, no todos los brasileñ@s son cuerpos diez sacados de revistas, creo que esa es más una imagen de Rio de Janeiro y que no representa a todo brasil, como tampoco todas las brasileñas son bailarinas consagradas de Samba (nosotros tampoco nos pasamos el día bailando flamenco). Lo que si es verdad es que los brasileños tienen un caracter difícil de odiar, son amables, hospitalarios y saben tomarse la vida con alegría...y mucha calma, demasiada.
Por suerte para mí, españoles y brasileños  somos buenos amigos, a pesar de la guerra diplomática entre nuestros países por las leyes de extranjería de ambos países. Esta batallita lleva durando desde hace tiempo, con episodios como el de la señora de 77 años brasileña que pasó  5 días en el aeropuerto de Barajas sin poder entrar en el país porque no cumplía con toda la documentación, si queréis saber más al respecto pinchad aquí.
Sin embargo, los portugueses no tienen tanta suerte. Parece ser que hay un cierto odio generalizado hacia los portugueses, en ocasiones se les tacha de colonizadores y los brasileños se sienten tratados como ciudadanos de segunda por ellos. Supongo que pasará lo mismo con nosotros en muchos países de Latinoamerica y, sabiendo los calificativos con los que aveces los nombramos y las destrozas que las multinacionales españolas hacen en sus países, lo comprendo.

Para acabar os voy a poner dos vídeos que tratan de reflejar los tópicos de un país en 2 minutos, un auténtico España vs Brasil!!! Te sientes reflejado? Se aceptan comentarios!!!